CÓMO CREAR UN ESTUDIO DE GRABACIÓN


CÓMO CREAR UN ESTUDIO DE GRABACIÓN
INTRODUCCIÓN

Para montar un estudio primeramente hay que plantearse a qué nivel queremos empezar y qué pretensiones de futuro tenemos, para obrar en consecuencia en el momento de afrontar los primeros gastos. Teniendo en cuenta que la curva de aprendizaje de un técnico/productor es bastante pronunciada, de poco sirve comenzar adquiriendo equipo de alta gama al que sacaremos más bien poco partido, y lo más recomendable, como sucede en la mayoría de vertientes en la vida, pasa por la siguiente regla que generalmente se cumple: para disfrutar y entender un escalón superior, antes hay que haber asimilado el anterior, o de otra forma se corre el riesgo de aprender mal. Un ejemplo claro sería un productor en potencia que acaba de empezar, y que adquiere un micrófono de alta gama para sus grabaciones. Resulta que como no tiene referencias en su experiencia con las que poder comparar, no pude decidir cómo de bien suena su nuevo micro. Si por el contrario ese mismo micrófono de gama alta se adquiere después de un escalón inmediatamente inferior, el pequeño productor podrá disfrutar y elogiar el pequeño avance resultante de la nueva compra.

Esto se cumple para todo, y si pretendemos sacar partido al material que usemos, además de poder apreciar los pequeños cambios positivos que van asociados a la adquisición de mejor material, debemos usar la lógica y ser conscientes de que el mejor camino se encuentra en el hecho de ir poco a poco, comprendiendo cada pequeño paso y ascendiendo de nivel sólo cuando sea realmente necesario, y creamos que hemos "tocado techo" con el material que hasta ese momento de duda hayamos usado.

Teniendo en cuenta esta regla básica que considero tan importante, pasemos a conocer los diferentes elementos que conforman la creación de un estudio, que desglosaremos a diferentes niveles con el fin de abarcar un mayor rango de usuarios, en base a sus aspiraciones y experiencia.



SALAS


Uno de los factores más importantes en el sonido de un estudio, es la sala. La acústica juega las peores pasadas sobre todo en salas de paredes paralelas, que son las que encontraremos en la mayoría de ocasiones debido a razones económicas de construcción (aprovechamiento del espacio). El problema está relacionado con el hecho de que las ondas rebotan y "chocan" contra sí mismas, provocando sumas y restas de presión que acaban convirtiendo la sala en un desastre auditivo, siendo más evidente el casos que se forma en frecuencias graves. Para evitar esto, existen los "golden ratios", que son una selección de proporciones óptimas (largo x ancho x alto) que se han convertido en el método más apropiado para solventar los problemas asociados a salas de paredes paralelas.

Las frecuencias problema en este tipo de salas suelen llamarse "modos" y existen varios tipos, siendo los más importantes los modos axiales, ya que son los que más realces y declives producen en dB´s dependiendo de la posición del emisor y del oyente. Existen otro tipo de modos(tangenciales y oblicuos), pero decrecen en importancia respecto a los modos axiales, y merecen ser tratados en un artículo más especializado en acústica.

Por lo tanto, a la hora de escoger una sala apropiada hemos de tener en cuenta lo antes expuesto, procurando elegir un recinto lo más apropiado posible (acústicamente hablando) para comenzar con nuestro estudio.

Dependiendo del rango de frecuencias a controlar, se usan diferentes tipos de tratamiento. Por ejemplo, para mitigar problemas en frecuencias graves, se usa absorción (sobre todo en esquinas y en lugares estudiados mediante el uso de fórmulas matemáticas) como puede ser la utilización de trampas de graves. También se usan "resonadores de helmholtz" en algunas ocasiones en que la frecuencia problemática se encuentra localizada en un rango estrecho (un factor Q estrecho). Para el tratamiento de otro tipo de frecuencias también veremos técnicas de difusión, centradas en evitar que las ondas reboten sobre sí mismas en las paredes, y facilitando el que éstas se dispersen de manera irregular ayudando así a que el sonido mantenga el máximo equilibrio posible.

Si no tenemos en cuenta todos estos posibles problemas acústicos, jamás escucharemos lo que está pasando realmente, ya sea en la etapa de grabación o en la de mezcla, con lo que en el procesamiento de pistas estaremos tratando errores que posee nuestra sala de grabación, o nos encontraremos ecualizando nuestra propia sala de control más que la pista que pretendemos manipular en principio. Como ejemplo, pongamos que tenemos un problema en nuestra sala de control, y desde nuestro punto de escucha se nos presenta un realce de 10 dB en 80 Hz. Por consiguiente, siempre escucharemos más graves de los que en realidad hay en la grabación, por lo que tenderemos a atenuar esa banda... obteniendo a cambio nefastos resultados que se plasman en grabaciones desequilibradas, delgadas, flojas... y ese no es el fin. Lo mismo ocurre en todo el rango de frecuencias del espectro, así como la imagen estéreo se ve seriamente afectada por este tipo de problemas. Resumiendo, la acústica toma una marcada importancia en el mundo de la grabación y producción de audio y no debería descuidarse lo más mínimo.

Si el estudio está enfocado a un uso profesional, se hace necesario el disponer de varias salas. Una de control, donde se situará el técnico de grabación y mezclas, y una o varias de grabación. La construcción de varias salas permite disponer de varios diseños, posibilitando habilitar así por ejemplo, una para voces, una más grande para baterías...etc.



PREVIOS Y MICROS


No sabría decidir qué es más importante en la pirámide estructural de un estudio, si la sala, o los previos/micrófonos. Si la sala es pésima y disponemos de un buen micrófono, éste captará todos los defectos acústicos de nuestro recinto, y de poco servirá la excelsa calidad del micro en este caso. De lo contrario, si el micro es malo y la sala buena, contaremos con una acústica perfecta, pero el micro tendrá carencias que harán de cuello de botella en este caso. Creo que lo más racional es que ambos factores se encuentren al mismo nivel, o que si empezamos desde abajo y tenemos pretensiones de ascender rápido, lo ideal sería comenzar con una buena sala y micros económicos, con el fin de invertir a corto/medio plazo en mejores micrófonos aprovechando así las posibilidades de la sala.

¿Y qué es más importante, el previo, o el micro?? Pues nos encontramos en un caso similar al anterior, ya que un buen micro pasa relativamente desapercibido si lo conectamos a un previo mediocre, y un buen previo no puede hacer milagros con un micrófono económico. En mi opinión, invertiría más dinero en un buen previo, siempre que pudiese afrontar el gasto de un micrófono de calidad media que no desmereciera en gran medida el rendimiento del previo. Para comprobar esta relación, lo más fácil es conectar un micro tipo "shure 57/58" (unos 100 euros) a un buen previo y escuchar el resultado. La primera impresión es preguntarse ¿esto es un micro dinámico? Sin embargo, la sencilla electrónica de un previo de gama baja poco puede hacer para extraer un mínimo del potencial que posee un buen micrófono. Los previos de las habituales mesas de mezclas suelen ser bastante básicos, con vistas a no encarecer demasiado el producto final, aunque hay mesas profesionales de estudio que incorporan previos muy valorados por los técnicos y productores, y que aún siguen usándose e imitándose.




-Previos-

En cuanto a previos, valoraremos el número que necesitamos en base a las pistas que pretendamos capturar simultáneamente a la hora de grabar. Siempre que haya una batería de por medio, se hace necesario el disponer de al menos 8 canales de previo de micro para poder registrarla dignamente, aunque con 12 entradas nos ahorraremos posibles quebraderos de cabeza en más de una ocasión. Los interfaces "todo en uno" pueden representar la solución más acertada para el home-studer, pero los estudios más profesionalizados requieren de previos dedicados que aporten un rendimiento acorde al resto del equipo, y acorde a los resultados que se esperan de un estudio. En cambio, si las grabaciones constarán como mucho de uno o dos canales simultáneos, como puede ser el caso de voces o una guitarra capturada en estéreo, un previo de dos canales es lo más recomendable (si disponemos de interfaz de audio con previos incluidos, podemos prescindir de esta última opción, siempre que no tengamos en mente usar micrófonos de gama alta).

Dentro de los previos nos encontramos con varios tipos, dependiendo de los componentes y circuitería a través de los cuáles transcurrirá nuestra señal: Previos en estado sólido (transistores), previos de válvulas, y previos híbridos que basan su funcionamiento en el uso de estas dos tecnologías.
La diferencia entre el carácter de los transistores y las válvulas está fuertemente marcada por las capacidades intrínsecas de cada tipo de circuitería. Por ejemplo,las válvulas, aun produciendo un porcentaje de distorsión más elevado que los transistores, suenan más plenas y "calientes" a nuestro juicio... ¿A qué se debe este fenómeno? Pues al hecho de que las válvulas producen distorsión asimétrica (distorsión que afecta en mayor medida a crestas que a valles o viceversa, en la forma de onda), cuestión que favorece la predominancia de armónicos pares, siempre más musicales que los impares, que son los que los transistores distorsionan. Los armónicos pares, al ser múltiplos directos de la fundamental (artículo "principios de la ecualización", para más información sobre armónicos) presentan una respuesta temporal más cercana a la forma que tiene de escuchar el oído, haciendo que percibamos los sonidos "valvuleros" de forma diferente a los más fríos "transistorizados". Apuntar que ningún tipo es mejor que el otro, y que la elección de uno u otro previo debería depender exclusivamente de gustos personales o de preferencias de la tarea a realizar en cada momento.

Entre los previos que menciono, algunos son simplemente previos, y otros son canales de grabación más completos, incluyendo también algún interface de audio multi-canal.

- Home-studio: Art tube MP, Behringer MIC 100 Tube Ultragain, Presonus Tube-pre, Behringer MIC 2200 Ultragain PRO, Presonus Bluetube DP (tened en cuenta la elección de un previo mono o estéreo dependiendo de nuestras necesidades).
- Estudio de proyectos: FMR Audio RNP 8380, SPL Goldmike 9844, Focusrite Trackmaster PRO,TL Audio 5051/5021, Focusrite Octopre/Octopre LE (8 previos), Presonus Firepod (Interfaz + 8 previos).
- Estudio profesional: Avalon M5, TL Audio C1 Classic, MIllennia STT-1, Rupert Neve Portico 5012, Focusrite Red 7, Avalon VT-737 SP.

Respecto a las unidades multi-previo, o sea, que cuentan con varios previos en un mismo soporte físico, decir que son útiles por ejemplo para grabar baterías sin falta de invertir en previos "sueltos", o como complemento ideal de otra unidad (sea mono o estéreo) que utilizaremos para las tareas más importantes que no requieran de muchas entradas simultáneas. Algunas de estas unidades cumplen la función de interface de audio a la vez, valor añadido para estudios que comienzan y que cuentan con presupuesto limitado.

Otros ejemplos sobre este tipo de unidad:  Motu 8PRE, Presonus Firepod, M-Audio Octane, Millennia HV-3D, SM Pro Audio PR 8E, etc






-Micrófonos-

Lo más importante que debemos diferenciar a la hora de adquirir un micrófono es que existen dos tipos usados fundamentalmente en estudio: Los dinámicos, y los de condensador.
Los dinámicos son más "duros" en cuanto a sensibilidad, y no captan la señal con la misma precisión que los micros de condensador, que poseen más sensibilidad, pero menos capacidad para soportar altas presiones sonoras. Es por esto que los micrófonos dinámicos son utilizados habitualmente en directo, con vistas a reducir la posibilidad de que se produzcan "acoples" (realimentación acústica), y en estudio cuando se trata de grabar instrumentos agresivos y técnicas de microfonía cercana a la fuente: Amplificadores de guitarra microfoneados, baterías, percusiones, etc. Los micros de condensador son más aptos para instrumentos acústicos en general y para voces, debido a su mayor definición y la posibilidad de poder usarlos sin saturarlos (produciendo distorsión) a base de altos niveles SPL.

También debemos tener en cuenta si el micrófono es cardiode (uni-direccional), omni-direccional, con figura de 8, etc. De esta forma elegiremos el micrófono apropiado para cada situación, siendo los uni-direccionales más apropiados para capturar señales que se encuentren frontalmente al micrófono, y los omni-direccionales más aptos para aplicaciones que requieran de un mayor ángulo "de acción", por ejemplo cuando se trata de capturar ambiente de sala aparte del instrumento, o grabar una banda con un sólo micro, etc. El atenuador que encontramos en multitud de micrófonos sirve para ajustar su respuesta al nivel de emisión de la fuente (a veces es necesario atenuar un micro porque de otro modo no conseguimos capturar una señal fuerte sin que el micro sature, ni ajustando la ganancia al mínimo).

Existen kit´s económicos de batería para los bolsillos menos solventes, pudiendo optimizar dichos kit´s sustituyendo los micros de bombo y caja por algo más serio, ya que estas dos piezas son las más importantes (y las que suelen marcar el ritmo y aparecer por lo tanto constantemente en la mezcla) para que la batería "suene". Es recomendable poseer al menos un micro de condensador "decente" para todo tipo de tareas, y si es posible, un par estéreo que nos servirá para todo tipo de aplicaciones, incluyendo los overheads (aéreos o ambiente) de las baterías. Gracias a la avalancha de fabricantes de micrófonos procedentes de China, podemos disfrutar a día de hoy de micrófonos de una relación calidad/precio impresionante e impensable hace tan sólo unos años. No dividiré los dinámicos en secciones ya que la mayoría de modelos son un stándar en la mayoría de estudios de todo el mundo, y su precio es asequible para todo tipo de economías.

-DINÁMICOS-
Shure SM-57, Senheisser MD 421/441, Akg E-604/904, Shure Beta 52, Akg D-112.



-CONDENSADOR-
- Home-studio: Studio Projects B1, MXL 990, Oktava MK 319, SE Electronics SE-2200, Oktava MK 012, MXL 603, Behringer C1.
- Estudio de proyectos: Akg C-3000, Audio Technica AT 4033 ST/4040, Studio Projets C1, Akg Solidtube, Studio Projects C4, Akg C-1000/C-391, MXL V69M, Akg C-451B, Shure SM 98.
- Estudio profesional: Neumann U87/TLM 103, Microtech Gefell UM 900 NI, Brauner VM1 KHE, DPA 4041, Neumann KM 184, Akg C-414, Eathworks TC30-MP.





ORDENADOR/GRABADOR

-Grabadores-

A la hora de plantear un estudio, es necesario disponer de un soporte que nos permita grabar y gestionar posteriormente el audio capturado. La posibilidad del ordenador es muy atractiva en cuanto a prestaciones se refiere, pero existe un problema para todo el que empieza en esto, y es que la informática en general, y más concretamente los programas secuenciadores/grabadores profesionales de audio, cuentan con una curva de aprendizaje tan pronunciada que lo más normal es acabar frustrado antes de haber conseguido lo que buscamos, aparte de la mayor complejidad que encierran estas máquinas para plasmar ideas en tiempo real,lo que termina habitualmente por hacer que olvidemos esa genial idea antes de haber conseguido registrarla mínimamente. Esto sin contar los casi siempre presentes problemas de incompatibilidad y demás lastres que dificultan la convivencia de trabajo con un ordenador. No obstante, cuando llegan a ser estables, los ordenadores se convierten en herramientas muy potentes.

Si nos decidimos por un grabador hardware, los más iniciados tendrán más fácil el primer contacto y seguramente se encuentren grabando cómodamente en poco tiempo, al contrario de lo que pasa con un ordenador si no se posee cierta experiencia en su manejo.

Los grabadores suelen ir preparados y ser bastante completos en general, contando con diferentes tipos de conexiones y posibilidades midi, así como un grabador de cd´s o dvd´s integrado que los encuadra como dispositivos hábiles para llevar una producción hasta el final, pudiendo plasmar el resultado en un soporte físico que nos permita escuchar después en reproductores tradicionales.

También existe la posibilidad de usar grabadores a disco duro externos, en forma de rack, que requieren de un monitor de ordenador y de ratón/teclado para su gestión, pero que cuentan con su propio sistema operativo especializado para audio, buscando así mayor estabilidad que los sistemas habituales basados en ordenador/grabador software. La diferencia con los grabadores completos "todo en uno" estriba en que los grabadores en formato rack no incorporan previos ni mezclador, por ejemplo.

- Grabadores "todo en uno" que no requieren de aditamentos informáticos: Roland VS-2400CD, Yamaha AW2400, Boss BR 1600CD, Edirol R-4, Korg D32 XD, Yamaha AW16GCD, Fostex MR-8 HD, Tascam 2488, Toneworks PXR 4B, Korg D3200.

-Grabadores externos de disco duro: Alesis HD 24, Fostex D2424LV, Mackie SDR 24/96, Fostex D824 MkII, Tascam DA-78 HR B-Stock, Alesis HD 24 XR.




-Ordenadores-

Si finalmente nos decidimos por la opción de usar un ordenador como corazón del estudio, surgen dudas acerca de qué máquina será suficiente potente para el trabajo que vayamos a encomendarle en el día a día.

Para mover pistas de audio suele ser necesaria menos potencia de la que se puede pensar en un principio. Gracias a la velocidad de los discos duros actuales, y a los sistemas en general, lo que hace una década costaba procesar es "pan comido" hoy día. Un viejo Pentium III ya era capaz de reproducir con solvencia un número superior a 20 pistas de audio.

El problema viene cuando comenzamos a insertar plugins en las diferentes pistas de audio ( filtros, compresores, reverbs...), y cuando empezamos a usar instrumentos virtuales(samplers, cajas de ritmos, sintetizadores...). Los plugins e instrumentos virtuales cada vez suenan mejor... y consumen más, al llevar algoritmos más y más depurados que necesitan de más recursos de la cpu para llevar a cabo los cálculos pertinentes.

En el momento de montar un adquirir un ordenador, existen varias soluciones dependiendo del tipo de cpu (Mac, Mac-Intel, o Intel/Amd). Los pc´s "de marca", al igual que los Mac de Apple, gozan de un porcentaje más alto de supuesta estabilidad si atendemos a que están formados de piezas testeadas entre sí, evitando así posibles problemas de compatibilidad que echan abajo nuestro trabajo. No obstante, con un poco de experiencia se puede montar un pc clónico, más económico que las otras opciones, que rinda adecuadamente y que cuente con una estabilidad suficiente para trabajar con soltura. En el caso de los pc´s es importante investigar sobre el chipset que montará nuestra placa base, ya que de éste depende en gran parte la estabilidad y uso de recursos del sistema. En mi experiencia, los ordenadores intel son más estables al esta basados en cpu intel (una cpu hace las veces de triturador de cálculos), y el chipset también desarrollado por intel (el chipset es el verdadero cerebro de un sistema), cuestión que puede desencadenar una mayor estabilidad general, gracias al estar desarrollados ambos (cpu y chipset) por el mismo fabricante. En el otro lado, en los Amd nunca he encontrado tanta estabilidad al haber encomendado el desarrollo de chipsets a terceros fabricantes desde la proliferación de los Amd Xp ( antes desarrollaban sus propios chipsets), pero sí los considero algo más capacitados en lo que a potencia bruta se refiere (procesado de plugins e instrumentos virtuales, por ejemplo). Los Mac gozan de posiblemente la mayor estabilidad para trabajar entre los ordenadores, debido en gran parte a su sistema operativo, menos multimedia que los basados en windows ( hacer muchas cosas bien es más difícil que hacer menos, lógico), y es por esto que se escoge Mac como el sistema que sostiene el trabajo de multitud de estudios en todo el mundo. Actualmente se encuentran en fase de expansión las plataformas Mac que funcionan bajo una cpu intel, por lo que se supone que la estabilidad continuará siendo su fuerte al seguir usando un sistema operativo de Apple.

Digamos que para un uso normal, un ordenador a 2Ghz (2000 mhz) con 512 mb de ram ya debería permitir manejar proyectos relativamente completos, pero sin excesos. Si se trata de pistas de audio "a pelo", sin uso de plugins prácticamente, este ordenador iría ya bien para mover un gran número de pistas sin mayores problemas. Si necesitamos de un uso más exigente de plugins, pensaremos ya en un 2.5/3.0 Ghz con 1 gb de ram. Si nuestros proyectos incluyen instrumentos virtuales y sobre todo, hacemos un uso masivo de samples, deberemos decantarnos por una máquina más potente, como puede ser una cpu por encima de 3.0 Ghz, si puede ser, multi-procesador ( varias cpu´s en una misma placa) o multi-core (varios cores en una misma cpu), a la que añadiríamos 2 gb de ram en vistas de poder alojar en ram la mayor parte de los samples, evitando el más lento acceso al disco duro, lo que podría ocasionar pequeños artefactos en la reproducción del audio, como pueden ser pequeñas pausas, ruidos extraños, o el colapso momentáneo de la máquina. Hoy día la memoria funciona en modo dual channel (128 bit en vez de 64bit) siempre que usemos parejas de bloques de ram iguales. Por lo tanto, es más aconsejable usar 2 bloques de 512 mb que un sólo bloque de 1 gb, ya que en el primer caso la ram será más efectiva.

Para poder visualizar y manipular todo lo que ocurre en la aplicación, es necesario disponer de uno o varios monitores, ya sean crt o tft. Un monitor puede ser suficiente (si es de tamaño considerable), pero para mayor comodidad optaremos por 2 al menos, facilitando así la presentación de multitud de ventanas en pantalla sin falta de estar poniendo al frente cada poco una y otra ventana para poder trabajar sobre ellas. Las tarjetas gráficas actuales ya permiten la conexión de varios monitores simultáneamente, pero mejor consultar antes de adquirirla para asegurarnos de que la tarjeta contará con esa función.

Si dudamos o no tenemos la suficiente confianza en nosotros mismos como para elegir una máquina por nuestra cuenta, siempre podemos acudir a empresas especializadas que se dedican a montar "workstation" preparadas para audio y video, testeadas y con componentes escogidos en busca de la mayor estabilidad y fiabilidad de trabajo.

A parte de los sistemas mencionados, queda por hablar de Pro-tools, que estaría englobado entre los grabadores a disco duro que requieren de un pc para su gestión, pero que se erige como una solución más completa al ser un sistema completamente cerrado. (Más información, en el artículo sobre Pro-tools).



INTERFACES


Si escogemos un ordenador como la base que sustentará nuestro estudio, entonces se hace necesario el uso de una tarjeta de sonido o un interfaz de audio, que nos permita introducir/extraer audio de la máquina. Aquí entra de nuevo en juego el número de canales que necesitamos capturar simultáneamente, si necesitamos previos de micro incorporados o preferimos adquirirlos aparte... con los conversores pasa algo similar ya que existen módulos dedicados que realizan exclusivamente labores de conversión A/D - D/A, disponibilidad de entradas/salidas midi.... etc. Os remito al artículo de interfaces de audio para poder aclarar todo este asunto más tranquilamente, por lo que no haré más hincapié en este apartado.

Recordemos que existen previos que realizan exclusivamente el trabajo de preamplificador de señal, y que necesitan de las demás etapas para que el sonido pueda ser introducido y procesado en el ordenador, como puede ser la etapa de conversión analógica/digital que realiza el A/D, y que también existen interfaces de audio que realizan todo el trabajo, en los que previos van incluidos en el propio dispositivo.





MONITORES

La elección de monitores debe depender sobre todo del tamaño de la sala de control. De nada sirven una scajas con buena extensión en graves si nuestra sala tiene unas medidas poco favorecedoras, que además de colorear la señal, nos hará imposible la percepción fiel de lo que ocurre en la zona más grave del espectro. Del mismo modo, si nuestra sala no estrá tratada correctamente para que frecuencias medias y agudas se reproduzcan con exactitud, no tendrá sentido la adquisición de unos monitores serios, ya que echaríamos por tierra la precisión que estos poseen debido a una sala inapropiada.

Existen monitores de campo cercano, apropiados para recintos reducidos en los que se pretende que el sonido que emana de las cajas predomine sobre las reflexiones que las paredes proporcionan, ayudándonos a mezclar en basándonos más en el sonido directo, que en el reflejado. Los monitores de campo medio ya requieren de una sala de medidas respetables, y permiten mezclar con mayor fidelidad (sobre todo por la extensión añadida en graves) que los de campo cercano. Para poder usar monitores "mainfield", que son los de mayor tamaño y que suelen ir adosados a las paredes frontales (evitando así el uso de una caja y favoreciendo la fidelidad), necesitamos una sala "gigante", y por ejemplo, para mastering, este tipo de monitores son completamente necesarios.

Lógicamente, hoy día ya no resulta ético la adquisición de monitores pasivos, encontrándose ya establecidos los más efectivos monitores activos. Puede plantearse a veces la posibilidad de adquirir satélites+subwoofer en vez de cajas "full range", y esto ya depende de nuestra experiencia en acústica, ya que la correcta colocación de cajas y subwoofer se muestra como una tarea más complicada de lo que parece en principio, debido principalmente a problemas de fases que pueden generarse entre el "sub" y los satélites.

Para profundizar sobre el mundo de las cajas acústicas y conocer qué tipo y tamaño se ajustará mejor a nuestro trabajo, nos remitimos al artículo sobre "cajas acústicas" que encontraréis en esta web.




CONTROLADORES MIDI


Debido a la frialdad que conlleva el manipular un ordenador destinado a trabajar con audio, la llegada de los controladores externos supuso el principio de el re-acercamiento a las habituales maneras de trabajar cuando no existía el entorno digital. Gracias a estos controladores, todo se hace más fácil e intuitivo. de este modo, podemos actuar sobre ciertos parámetros usados a menudo en nuestro grabador/secuenciador, a través de superficies de control externas, con el aspecto y funcionalidad de los tradicionales mezcladores analógicos, evitando así el uso continuo de ratón y teclado. Algunos mezcladores digitales cuentan con la opción de controlar a través de ellos nuestro software preferido, con lo que se convierten en soluciones "2 en 1". Dependiendo de nuestra configuración, escogeremos unos u otros con el fin de completar nuestro estudio.

También existen teclados maestros que permiten disparar vía midi los distintos instrumentos virtuales que se ofrecen como parte de los grabadores software más conocidos, o como aplicaciones que pueden adquirirse opcionalmente. Dependiendo de nuestra habilidad y de nuestras necesidades como "pianistas" podemos escoger entre teclados de 2 a 7 octavas, contando estos últimos con teclado "acción martillo", por lo general, en busca de emular el fee-ling y las sensaciones de pulsación que transmite un piano acústico.

Desde hace pocos años se han incluido "knows" (potenciómetros) y "faders" (deslizadores) programables en los teclados maestros, añadiendo nuevas funciones que nos permiten manipular parámetros internos de los secuenciadores/grabadores, como puede ser la gestión de plugins, filtros, mixers, etc. También en algunas variantes se añaden pads (golpeadores de goma) con los que resulta más agradable disparar las baterías y percusiones. Por otro lado, este tipo de dispositivos puede adquirirse por separado, sin falta de que vayan incorporados en el propio teclado. En definitiva, la inclusión de este tipo de extras contribuye a que la creación musical y el trabajo diario se torne menos frío y más intuitivo y eficaz. Todo lo que repercuta en una mayor productividad musical, será de agradecer siempre.

Por lo general, este tipo de teclados controladores se conectan (y se alimentan en la mayoría de casos) a través del puerto USB, evitando la necesidad de una entrada MIDI típica, ya que el protocolo USB se ha convertido en un estándar y lo normal es que esté presente en todo tipo de ordenadores (siempre que no sean demasiado antiguos). No obstante, hoy día existen convertidores MIDI > USB para aquellos usuarios que posean controladores midi que no incorporen salida USB como opción.

Veamos algunos ejemplos de controladores DAW ( estación digital de audio), teniendo en cuenta que algunos poseen previos de micro, entrada/salida MIDI, etc... y que otros son simplemente controladores MIDI "a pelo". Algunos son más completos que otros, siendo los más básicos sencillas superficies de control con knows y faders.

- Controladores DAW: M-Audio Project Mix I/O, Behringer BCF 2000, Yamaha O1X, Mackie Control Universal C-4, Behringer BCR 2000, Evolution UC 33E, Tascam FW-1884, JL Cooper CS10 II Midi, Mackie Control Universal, Tascam US-2400, Evolution UC 16, Native Instrumentos Kore, Digidesign Command 8, JL Cooper, CS32 Minidesk USB.


Como teclados controladores, disponemos de varias opciones dependiendo de número de teclas y extras, como puede ser el cumplir funciones simultáneas de teclado maestro, y de tarjeta de audio.

- Teclados maestros controladores: Alesis Photon 25, M-Audio Radium 49, Roland PC 180A, CME UF-7, M-Audio Ozone, Korg microKONTROL, Novation Remote 61, Edirol PCR-M30, M-Audio Axiom 25, Emu X-Board 25, Roland PC 160A, M-Audio Keystation, Doepfer PK88, Fatar SL-880.

Existen opciones de teclados controladores con sonidos incluidos, lo que puede ser más recomendable en algunos casos, sobre todo para la gente que pretenda usar el teclado en aquellas situaciones en las que no contemos con un ordenador.



Afortunadamente, la gran cantidad de programas disponibles a día de hoy suelen estar ya bastante depurados y son muy completos en todos los sentidos. No obstante hay matices que marcan la diferencia entre unos y otros, y que pueden inclinar la balanza hacia un lado u otro dependiendo de nuestra manera personal de trabajar, así como de nuestras necesidades.

Como comentaba, a medida que profundicemos en programas más y más profesionales, la curva de aprendizaje se convierte en una rampa muy lenta y dura de ascender, por lo que lo más lógico al final supone el comenzar poco a poco, con software sencillo, aprendiendo a extraer todo su potencial para después dar el salto al escalón inmediatamente superior. De otro modo, nuestras producciones corren el peligro de contener menos calidad en general, tanto de composición como de sonido, debido principalmente a las trabas que impone el hecho de usar un software que nos cuesta controlar cada vez que nos disponemos a "ir al grano".

Existen tanto secuenciadores, enfocados generalmente a la composición de variantes electrónicas, y que permiten trabajar con samplers (además de sintetizadores, cajas de ritmos, procesadores de efectos...) para que nuestras obras puedan presumir de ese toque humano que aporta el uso de samples de sonidos reales (voces, guitarras, etc).

Ejemplos de este tipo de software son los siguientes programas secuenciadores:

- Acid (Sony), Fruity-Loops, Reason (Propellerheads): Son los mejores programas para empezar, y gracias a la creciente evolución de este tipo de aplicaciones, permiten a día de hoy una variedad de funciones que los engloban como unas sencillas, pero a la vez completas herramientas de composición. Debería tenerse en cuenta este grupo de secuenciadores, ya que a veces se llega más allá con ellos, que con programas más especializados en principio, gracias como comentaba a la facilidad de uso, que repercute directamente en la posibilidad de plasmar ideas directamente, sin problemas. Reason es un poco más complejo que los otros dos, al poseer un interface (acceso a las funciones del programa) quizá más "lento", aunque incluye exclusicas posibilidades de interconexión entre los diferentes módulos que lo forman, cuestión que puede resultar muy atractiva a los más "exploradores del sonido". La "pega" de Reason es que no captura audio externo, funcionalidad que Acid, por ejemplo, sí posee. Para home-studios y estudios que no requieran de captura de audio externa, esta serie de programas pueden ser la solución ideal para todo tipo de menesteres.

- Cubase/Nuendo (Steinberg), Logic Audio (Emagic), Sonar (Cakewalk), Pro-tools LE/M-Powered (Digidesign): Este grupo corresponde a los programas más especializados y usados en muchos estudios, compitiendo directamente contra las versiones basadas en hardware de Pro-tools (HD en la actualidad). Poseen todo tipo de funciones audio/midi, así como características avanzadas que no encontraremos en los programas más básicos presentados en el párrafo anterior. Este grupo de programas está destinado a aquellos estudios dedicados a la grabación de audio basada en ordenador. La elección final de uno u otro ya depende de los gustos personales del usuario, así como de la comodidad que le transmita cada una de estas aplicaciones. En realidad, todos son más potentes de lo que pudieran parecer en un principio, y a medida que manejemos cualquiera de ellos nos iremos encontrando funciones ocultas que no conocíamos, y que nos harán la vida más fácil, ahorrándonos tiempo y posibles quebraderos de cabeza. Existe otro programa llamado "Audition", que no es más que el antiguo "Cool-edit", y que posiblemente suponga la opción que hace de perfecto puente entre las aplicaciones del primer párrafo y las de este último. Como recomendación, quizá lo mejor sea decantarse por el programa "Audacity", aplicación gratuita y de código abierto, y que en teoría debería permitirnos llevar a cabo las principales funciones que incorporan los programas más profesionales. Total, ¡que no hay excusa para empezar!

Por lo demás, poco más necesitaremos. Quizá un editor de audio para aquellos que no mastericen desde el propio secuenciador/grabador, así como para realizar funciones aisladas de edición de archivos de audio. Un programa grabador de cd´s, librerías de samples, etc.... son ya cuestiones que dependen del usuario final. Posiblemente muchos no necesitarán de nada más que un programa para todo uso.




PEQUEÑOS DETALLES


Hay algunas cuestiones más secundarias que también deberíamos valorar, como es la posibilidad de disponer de instrumentos propios en el estudio para aquellos grupos o formaciones que carecen de instrumentos propios. Una batería, una guitarra, un bajo, un teclado maestro... pueden ser algunos instrumentos básicos que pueden ayudar a que nuestro estudio tenga más "status", o simplemente llame la atención de potenciales clientes que no disponen de su propio material.

El cableado es otro factor al que se debería dar importancia. Usar cable de calidad para cada uno de los dispositivos que enlazan nuestro estudio, y cuidar que las fases de corriente de alimentación y audio vayan separadas, así como cables de audio y alimentación, evitando que estos dos tipos guarden paralelismo. Con todo esto, evitaremos ruidos e interferencias en la medida de lo posible, aunque para profundizar en este tema mejor lo dejamos en manos de un profesional que conozca los problemas y entramados de corriente eléctrica y audio.

Si se pretende grabar a menudo a varios músicos, necesitaremos poder suministrar auriculares para cada uno de ellos, si es que graban a la vez, o al menos disponer de alguna vía de monitorización para el músico solista. Para este menester, lo más fácil es optar por amplificadores múltiples de auriculares, que proveen salida para 2, 4, 6 o más unidades, así como un número apropiado de auriculares, cerrados o semi-cerrados para evitar el fenómeno "leakage", producido cuando lo que monitorizamos por los audífonos entra de nuevo por el micrófono, realimentándose de este modo, causando una pérdida de definición de la señal al mezclarse con la original. Para la monitorización se suelen usar auriculares de gama media, sin falta de hacer grandes inversiones en auriculares más especializados.


La elección de la iluminación también influye en el nivel de ruido del estudio. Es recomendable escoger una iluminación silenciosa, tanto en relación al ruido ambiental -que influirá por tanto en la captura de audio-, como en el ruido eléctrico interno (el que se transmite a través del cableado). Lo mismo se cumple para aparatos de aire acondicionado, ventiladores, el sonido del propio ordenador.... todo constituye ruido que deberíamos tener alejado de las salas de grabación y de control, ya que se colaría por los micros, o supondría ruido de fondo a la hora de mezclar, haciendo más incómoda la tarea e imprecisos los resultados.

Resaltaré de nuevo la importancia que tiene el evitar crear cuellos de botella en nuestro equipamiento. Aunque comprendo que la adquisición de un producto de gama alta considerado por todos como estándar constituye una buena ayuda psicológica, en la realidad supone una pérdida de coherencia al no encontrarse a la altura el resto de la cadena de audio del estudio, comenzando por la sala.

Para finalizar, espero que este pequeño resumen sirva de ayuda, sobre todo para el que empieza en este mundo de la grabación y se siente abrumado por tanta cantidad de material e información disponible en la red. Una vez "metidos en faena", todo se va volviendo menos espeso y complicado. ¡Ánimo y adelante!



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